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El melanoma maligno (MM) es un tumor que se desarrolla en la piel y que en estado avanzado puede dar metástasis tanto a nivel regional como sistémico. El melanoma maligno resulta de la transformación maligna de los melanocitos.

Riesgo del Melanoma Maligno

El riesgo del melanoma está en relación con el número de lunares corrientes y con la presencia de nevos displásicos, incluso si éstos son escasos.

El aumento en la frecuencia de nuevos melanomas diagnosticados es un fenómeno mundial y es de 3 a 8% al año. En USA, el riesgo de desarrollar un melanoma a lo largo de la vida era de 1 en 1500 en 1935; en 1960, 1 en 600; en 1992, 1 en 105; en 1996, 1 en 88; y 1 en 75 el año 2000 y podría ser 1 en 50 para el año 2010. Estudios realizados en Estados Unidos, demuestran que la incidencia del melanoma maligno entre la población anglosajona es cerca de 20 veces más alta que en pacientes de raza negra y la incidencia de este cáncer en la población blanca es aproximadamente 4 veces mayor al de la población hispana, en general.

Estudios indican que…

Un gran factor de riesgo en el desarrollo del melanoma es la exposición solar intermitente o intensa, más que la exposición de tipo crónico. Estudios realizados en Australia demuestran que los inmigrantes que llegaron a ese país antes de los 10 años de edad tienen 4 veces más riesgo de desarrollar “El signo sospechoso más importante es el cambio persistente y continuo en una lesión pigmentada, que debería tener una atención precoz.”

Un MM que aquellos que llegaron después de los 15 años. Los niños que han presentado quemaduras severas antes de los 12 años de edad tienen un riesgo 3.6 veces mayor de desarrollar un MM.

En los hombres blancos, el melanoma se localiza más frecuente en la espalda y en las extremidades superiores. En las mujeres, en cambio, el melanoma se ubica en las piernas y en la espalda. El melanoma se clasifica en: de extensión superficial (79%), nodular (15%), léntigo maligno melanoma (5%), melanoma acral y no clasificado (10%).

La coloración es quizás la característica más importante para la detección de un melanoma. El signo sospechoso más importante es el cambio persistente y continuo en una lesión pigmentada, que debería tener una atención precoz. De hecho, los signos más frecuentes que sugieren un melanoma inicial son los cambios en el tamaño y el color. Otros cambios, tales como la elevación, ulceración y sangramiento, generalmente orientan a un melanoma primario más avanzado. Estos cambios típicamente ocurren en el curso de semanas a meses.